domingo, 28 de marzo de 2010

CHICA DE TAPA Merlina Licht fue una de las beauties que en el verano de 1987 protagonizó una de las tapas de Revista Gente.
Por entonces, Merlina Licht era una abogada veinteañera de abundantes ondas rubias y cuerpo privilegiado. Enfundada en un bikini, ataviaba sus lolas con unos stickers en forma de flor que hicieron furor ese verano. En la actualidad, la blonda forma parte del equipo de Mañaneras a la tarde y enfrenta con actitud positiva un cáncer de estómago que no logra quitarle la sonrisa y la buena onda. Entrena, conduce, cuida a su familia y lleva adelante una cotidianidad que se modificó sólo por los cuidados necesarios. Por eso, y a modo de homenaje, va este artículo.

miércoles, 24 de marzo de 2010

CHOCOCHENTOSO Fort y Süller son dos que celebraron los ochenta uniendo sus corazones con sabor a marroc. Pese a que Ricky lo quiera enterrar... digo, al episodio ocurrido entre 1988 y 1989.
Este blog incursiona en el enroscado mundo de la farándula. El hecho ocupó millones de caracteres y miles de minutos de aire radial y televisivo en el último verano. Dimes y diretes de un closet cuya puerta necesita ser aceitada. Las imágenes son elocuentes. Eran casi dos púberes necesitados de afecto. Y al parecer, las playas del Este fueron testigo de su amor, como un Puerto Pollensa en clave viril. Tan acaramelados que empalagan. Reviví las fotos y las cartas del escándalo (click sobre las ídem para ampliar). Dos para quererse.

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viernes, 19 de marzo de 2010

WHISCLICK La cámara de fotos polaroid ofreció la instantaneidad del regocijo de ver las imágenes minutos después de haberlas registrado. El bálsamo de los ansiosos.
Eran vetustas y descomunales. Kodak había lanzado una que hasta venía revestida en cuero. Otras fueron más pequeñas. Lo cierto es que las cámaras de fotos instantáneas hicieron furor hacia fines de los setenta y los primeros años de los ochenta. Sacabas la foto y de la base de la cámara salía despedida una placa plástica ennegrecida que con el correr de los segundos dejaba ver siluetas que en breve se convertían en imágenes nítidas, enmarcadas en una especie de paspartout blanco. En mi casa había una porque mi vieja era casi una psicópata de las fotos (exageración). Hoy, conservo una pila de polaroids que me muestran como infante, en diferentes situaciones casuales y posadas. Un gran recuerdo. Casi un adelanto de lo que décadas más tarde ofrecería la foto digital. Los anales del pixel.

martes, 16 de marzo de 2010

DE SALMONES Y OTRAS YERBAS Carlín se sumó a las filas de galancitos que sedujeron a la platea femenina argentina durante los ochenta.
Carlos Andrés se apellida Calvo. Saltó a la fama cuando en 1980 integró el elenco de la novela "El Rafa". A partir de ahí se convirtió en uno de los galancitos ochentosos. Con la llegada de la democracia protagonizó "Adiós, Roberto", junto a Víctor Laplace, y se paseó de la mano de Luisina Brando. Participó en tiras, películas, teatro, etc. Pero si hubiera que bucear en su personalidad, habría que aprovisionarse de una buena cuota de tezón y paciencia. Algunos periodistas que entrevistaron a la figura aseguran que es un tipo complicado: "¿Y si no te quiero dar la nota, se te complica no?...", supo decirle a una periodista que daba sus primeros pasos en la comunicación gráfica. Cuando finalmente accedía, se tomaba su tiempo y le hacía sudar la gota gorda al entrevistador de turno, jugando a los monosílabos o respondiendo cualquier cosa. En su faceta televisiva la locura continúa. Algunos de sus ex productores de "Amigos son los amigos" recuerdan que el actor se tomaba su tiempo para grabar, llegaba tarde o tenía ataques de desgano que paraban todo el set y atrasaban el trabajo (se quedaba sentado en un rincón haciendo nada). Caprichos por el estilo engrosan el currículum no oficial del mentor del "Vos, fumá", quien solía ver con binoculares las carreras del Hipódromo desde su balcón de Palermo, en la época en que protagonizaba el suceso noventero. Algunas lenguas más filosas rumorean que algunas sustancias de apariencia similar al azúcar impalpable hicieron estragos en su salud. No todo es color salmón, digo, de rosas en la farándula local.
BONUS: fragmento de "Adiós, Roberto".

jueves, 11 de marzo de 2010

PEDIDO DE ÚTILES Las clases ya comenzaron. Éste catálogo bien podría integrar parte de una lista de compras escolares ochentosas.
Me remonto 25 años y me instalo en un pupitre del colegio. La mañana de marzo es cálida y la piel conserva resabios del verano. Pero el ciclo lectivo ya está en marcha y hay que hacer la lista de útiles escolares. Este fotocatálogo retoma algunos clásicos de aquellos años. Lokipen, la lapicera 303, los marcadores Sylvapen con florcitas, la Plasticola, el vasito plegable de acrílico, la cola vinílica del hombrecito con sombrero, la microfibra roja de Sylvapen, las gomas de borrar con ojitos... ¿Qué otros útiles ochentosos recordás?

domingo, 7 de marzo de 2010

BANANITA WARHOLIZADA Es una de las golosinas de más larga data de la Argentina. Este comercial se remonta a mediados de los ochenta.
Cuando era chico, esta publicidad protagonizaba las tardes de la tele. Mientras hacía los deberes y tomaba la leche, los colores estridentes y la melodía pegadiza resonaban en el ambiente. Para quienes lo recuerdan... o para que lo descubran aquellos que nunca lo habían visto.

BONUS: nota sobre golosinas retro (Infobae) >>

jueves, 4 de marzo de 2010

ME VA, ME VA, ME VA, ME VA, ME VA... En uno de sus tantos viajes a la Argentina, Julio Iglesias se retrató junto a un grupo de modelos que en la foto están irreconocibles. Descubrí el misterio en esta nota.
El perfil derecho: condición sine qua non para ser captado por una cámara de fotos. Julio Iglesias, seductor full time y voz ibérica de carácter, transitó los ochenta junto a las Trillizas de Oro. En esos años de gloria, en los que embolsó abultadas sumas en dólares, visitó la Argentina una y otra vez. Y en una de sus escalas transoceánicas se retrató con, anotá: Sandra Ballesteros, Anamá Ferreira, Pata Villanueva y Teresa Calandra. ¡Yo tampoco lo podía creer!

Foto: gentileza Anamá Ferreira